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Una nueva Semana Mundial por el parto Respetado se acerca y este año la consigna es: "Menos interferencias, más cuidado."

Una afirmación que nos lleva a reflexionar acerca de las intervenciones que se realizan de manera rutinaria en el proceso del trabajo de parto y parto, muchas veces "justificado" por el tan nombrado "protocolo" que nadie conoce.

El parto es un proceso fisiológico, determinado por la biología, por la naturaleza humana y por eso será nuestro bebé el que decidirá cuándo nacer. Podemos parir naturalmente si confiamos en nuestro cuerpo, que sabe lo que tiene que hacer porque ésa es su naturaleza. 
El miedo y la adrenalina son los principales enemigos de la fisiología del parto: cuando nos sentimos amenazadas, cuando no se respetan los tiempos de ese proceso natural, se genera un escenario patológico que propicia una cadena de intervenciones originalmente innecesarias. 

¿Tu parto fué intervenido?  ¿Esas intervenciones fueron bajo tu consentimiento? ¿Te explicaron los motivos de las intervenciones? ¿Sentiste que realmente fueron necesarias? ¿Por qué crees que todas las mujeres necesitan rutinariamente las mismas intervenciones (inmovilización, colocación de suero, oxitocina sintética, eperidural, tactos, etc), si cada mujer y cada parto es único?

Semana Mundial del Parto Respetado 2018

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